Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1881-1882 (Cortes de 1881 a 1884)
Sesión: 26 de noviembre de 1881
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: 57, 1346-1347
Tema: Situación aflictiva de varios jefes y oficiales separados del servicio por delitos de rebelión

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Balaguer): la tiene V. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Yo accedería con mucho gusto a la pretensión del Sr. Carvajal y a la que antes indicó el Sr. Canalejas, pero me encuentro embarazado? (Risas.) me encuentro embarazado en este asunto porque hay una dificultad, y es que para los militares no se necesita la amnistía, tratándose de individuos de un Cuerpo que lo abandonaron por su propia voluntad. ¿Piden volver? Pues basta que hagan la petición y se les conceda lo que piden.

Respecto al Sr. Salvoechea, porque toda la cuestión es esta, no conseguiremos nada con la amnistía. Yo no conozco la causa por la cual está en presidio; pero sé que no aparece que lo esté sólo por delitos políticos; y como en la amnistía habría que separar los delitos políticos de los comunes, podría resultad que, dada la amnistía, no la pudiera aprovechar el Sr. Salvoechea; y no es cosa de que las Cortes hagan una obra completamente inútil, mientras que con el indulto todo quedaría concluido. Pero dice el Sr. Carvajal que la amnistía lo borra todo y el indulto no. En las cuestiones políticas, lo mismo borra la amnistía que el indulto. ¿Qué diferencia encuentra S. S.? ¿Qué mancha le quedaría al Sr. Salvoechea porque se le conceda el indulto y no la amnistía?

En último resultado, lo que importa en los delitos políticos es salvarse de la pena que se sufre. Después de todo, ¿qué le queda al que comete delitos políticos? Yo los he cometido tan grandes como el Sr. Salvoechea o mayores, puesto que fui condenado a pena más grande que la suya, puesto que fui condenado a muerte en garrote vil. Pues a mí nadie me ha indultado ni amnistiado; y sin embargo, ¿tengo alguna mancha sobre mi frente? Por consiguiente, déjese S. S. de esas diferencias, que tratándose de asuntos políticos no significan absolutamente nada. O el Sr. Salvoechea está condenado por delitos comunes, cosa que hace suponer la circunstancia de no haberle comprendido ninguno de los indultos que en otras ocasiones se han dado por delitos políticos, o lo está sólo por delitos políticos. Si lo está por delitos comunes, de nada le puede servir la amnistía, y en cambio yo le prometo a S. S. que le puede servir el indulto, y que el Gobierno está dispuesto a [1346] dárselo; de manera, que todavía soy más partidario que S. S. del Sr. Salvoechea, puesto que S. S. quiere que se haga una cosa que no le va a servir, y yo quiero que se haga una cosa que le sirva; y por otra parte, no quiero exponer a las Cortes a que hagan una ley de amnistía para que luego esa ley no tenga aplicación ninguna. [1347]



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